Cuando compré una cámara GoPro, ya hace más de un año, el mundo ciclístico casi se desmayó colectivamente de la felicidad: finalmente todos iban a poder ver videos en HD de las aventuras de los sabadomasoquistas. Sin embargo, la producción no fue la esperada, lo cual se debe a varias razones. Ya que muchos preguntan por fax qué me parece la camarita, voy a dar una breve reseña del chunche.
El problema principal que el dueño de una GoPro tiene que afrontar es que no es fácil editar los videos. Me imagino que muchos han comprado una camarita solo para darse cuenta de que la compu no tiene suficiente poder para editar videos eficientemente (¡otra vez se pegó la hijuep¤&%* compu de mier*@!), y que van a tener que gastar el aguinaldo en una nueva para poder usar la cámara como se debe, además de un disco duro externo para guardar todos los videos. Otros deciden que no hace falta editar, sino que se puede publicar los 83 videos del paseo, de cuatro minutos cada uno, en facebook, uno por uno, con el sonido original. Unos días después aparecen en la Extra («Ciclista muere estrangulado»), porque nadie quiere ver cuatro horas de tonterías.
Además, se necesita un montón de tiempo para escoger los mejores momentos de un ride de siete horas y reducir estos a un video de 10 minutos. Si hay cuatro horas de video, se tarda diez en editarlo todo. Para este brete hay que tener un programa, el Windows Movie Maker funciona bastante bien y es fácil de usar. También he usado uno que se llama TrackAxPC, es gratis y tiene algunas funciones interesantes. Para editar el video del Ride del Perro usé Adobe Premiere Pro CS5, un programa muchísimo más avanzado que los otros dos, pero al final me confundí enormemente y solo usé las mismas funciones que tienen los otros programas.
Luego de editar el video hay que subirlo al internet, para lo cual hay que tener una conección maravillosa y muy cara, o mucha paciencia. Hay que subirlo a Vimeo, porque youtube y facebook lo borran cuando se dan cuenta que tiene música. La versión gratis de Vimeo tiene un límite semanal de 500 mb, lo que equivale a unos 10 minutos en HD o 25 minutos en SD.
En fin, se tarda más en hacer el video de un ride que en hacer el mismo ride.
La GoPro también tiene otras desventajas. La más llamativa es que una persona con GoPro en el casco se ve bien idiota: parece un teletubbie. La cámara se puede pegar en otros lados (manivela, tubo de asiento, brazo, pecho, etc.), lo que en teoría da la posibilidad de hacer un video muy interesante con gran variedad de ángulos novedosos. No obstante, para cambiar de lugar hay que parar, hacer un gran despiche con los tornillos, y luego darle como idiota para alcanzar a los compas que pasaron hace diez minutos. Así que en la práctica, se escoge el lugar de la camarita antes de salir, y ya.
Otra sorpresa es que las baterías duran muy poco: por lo general se puede grabar de una a dos horas de video. Eso no es suficiente para documentar periplos de ocho horas, entonces hay que comprar más baterías y acordarse de cargarlas antes de salir. Lo bueno de tener que cambiar la batería es que te das cuenta de que el lente está empañado y que lo que has grabado no va a servir para nada.
Por último, el sonido de los videos es pésimo. Si andás en trillos o en lastre, el único sonido que hay es el del viento y de un clac clac de la cámara que pega con el estuche ese. Es por eso por lo que hay que agregar música a los videos, y por ende subirlos a Vimeo.
Lo bueno de la camarita es que la calidad de los imagenes es muy buena. Lamentablemente, se pierde un poco a la hora de comprimir los videos para poder subirlos, así que el público no podrá apreciar todo el esplendor del Ride del Perro.
En resumen: la cámara es muy buena, pero hay que tener mucho tiempo y ganas de bretear para aprovechar el potencial que tiene.