Crónica de los lunes, por nuestro ingeniero de la zona; Ale:
Señores, quiero empezar diciendo que salados, salados no, requetesalados los que no fueron, de lo que se perdieron, llegando a la cita: Luis, Mena, Orozco, Mike, Andres, Pepe ( trás de que llega tarde, este payaso llegó a arreglar la bici dizque amaneció estallada), Mau (llama a las 7:11 am que apenas viene saliendo de San Isidro), Roberto (llega sin casco, dizque se le olvidó, tuvieron que ir a la casa de Orozco a recoger uno) y yo, aparte de 2 compas nuevos que llegaron, era tanto el atraso que se agüevaron y jalaron solos, diay cómo no, si ya casi iban a ser las 8 am y nosotros todavía dando vueltas.
Jalamos a San Miguel de Turrúcares para subir por la U para la Paz y salir por Cuidad Colón. Luis desertó creo que antes de la Guàcima por motivos de tiempo, los demás continuamos, entrando por Las Vueltas de la Guácima, pero esta vez seguimos por calle los Arroyo para conectar con el basurero, que dicho sea de paso, esa bajada está en perfectas condiciones, claro, sigue teniendo su dósis de peligrosidad; como está tan buena se baja mamado aumentando la adrenalina.
El grupo se mantuvo prácticamente compacto, hasta el cruce de Piedras Negras, y a partir de aquí empieza lo bueno; la subida, cada uno a su ritmo y, como es lógico, el grupo se empezó a partir, llegando al Rodeo para hacer la 1 parada técnica y reagruparnos.
A partir de aquí empieza la odiséa más espectacular jamás vivida , resulta que Mena hace unos dias me hizo un comentario de un trillo que había por el Rodeo, y ya que estabamos ahí, decidimos ir a investigar. Para qué lo hicimos, una bajada por lastre muy buena, luego nos desviamos por un trillo que se convirtío poco a poco en todo un desafío, era prácticamente un downhill, muy bueno y muy técnico, hasta que logramos llegar al río. Señores: es aquí donde a todos se nos cae el culo del susto, de ver semejante espectáculo, un guindo de unos 50m de profundidad en ambas márgenes del río, el único paso era por un viejo puente de unos 70m de largo x 5m de ancho, que solo el esqueleto existía. No habían tablas ni baldosas, o sea solo los rieles pelados de unos 10 cm de ancho, separados entre sí por una distancia de 2.5 m. Como se podrán imaginar, cruzar eso hasta al más pintado se le caen los huevos y se le frunce el asterísco del susto.
Después de hacerle números a la situación, no hubo más remedio que cruzarlo, y no es nada con la cleta al hombro y agarrado de la vieja baranda. Empezó Pepe, lo siguió Mena, después Roberto, Andres y de último Mike, y aquí es donde la chancha tuerce el rabo, el Mau lo intenta, pero 2 pasos y se devuelve. Orozco ni lo intentó, prefirió bajar hasta la orilla del río para ver si podía pasar aunque fuera nadando, cosa que no logró, estaba muy hondo y con mucha corriente, mínimo hubiera ido a parar a playa Tárcoles, si no es que se lo comen los cocodrílos antes.
Señores, y ahora sí es cierto: qué hacemos con este par de valientes, por dicha yo me quedé con ellos, y vamos encontrando un andarivel (cable tendido entre las orillas de un río para guiar una canasta.) Quiero mencionar que este se encontraba más alto que el puente, no quedó más que usarlo. El primero fue Mau, le cargé la cleta en la canasta, se medio acomodó y vamonos, nada más imagínense los gritos de terror que pegaba cuando iba por la mitad. Ahora sí, le tocaba el turno a Orozco, estaba pálido como un papel, la cara desencajada, los ojos se le querían salir, estaba tan asustado que me dijo que él no quería montarse en ese teleférico...jajaja, ni que estuvieramos en Guápiles, hasta cagado estaba, cargamos las 2 cletas, la de él y la mía, y me dice Ale persíneme.... y lo suelto, otro espectáculo de terror y yo por mi parte me quedé solo, triste y abandonado en la orilla mientras mis compañeros hacian fiesta del otro lado con semejante travesía de pánico.
No me quedó más que atravesar el puente, y ya sanos, salvos y reagrupados continuamos nuestra aventura, pero todavía no termina la historia, llegamos a una represa, y para poder salir de ahí había que franquear otro obstáculo, subir unas 200 gradas cuesta arriba, demasiadas empinadas y con la cleta al hombro, esta parte fue la más desgastante. Después de superado esta prueba, continuamos y nos encontramos con una malla, aquí el único acalambrado fue Mau, que para poderla pasar tuvimos que subirlo y bajarlo entre todos, otra cagada de risa...jajaja.
Salimos exactamente frente a la escuela de las Vueltas de la Guácima. aquí la 2 parada técnica, sandía en 8 pedazos, empanadas de queso, pollo, frijoles, cocas, etc. Ya apretados y descansados decidimos continuar, perooo...en San Rafael el Mau se estalla, ni modo; a cambiar neumático, aquí es donde yo me emputo, pues resulta que Pepe, Andres y Mike deciden jalar solos, bueno cada quién es cada qúién, después de este atraso seguimos Mena, Roberto, Mau, Orozco y yo y dadas las circunstancias hicimos la 3 parada técnica en San Joaquín, esta vez lo único que hubo fueron birras sabrosas, y ahora sí: hasta Heredia. Roberto y Mau siguieron su camino, ya la historia estaba escrita, llegando a Heredia cansados pero felices con 65 km en las piernas, estos son los rides que nunca se olvidan, demasiado bueno, y hasta la próx aventura ciclística.
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