lunes, 12 de julio de 2010

Sábado 10.07: Sta. Ana - Casa del Peruano Embrujada ( alto de las Antenas), 40 km



Crónica sabadomasoquista filial Santa Ana, redactado por uno de nuestros ligadores de la zona, Mario:
En vista de los motivos vacacionales o futbolísticos de otros miembros sabadomasoquistas, un selecto grupo de cleteros anti-fútbol nos apersonamos al ride convocado por la filial sabadomasoquista santaneña.

Los convocados fuimos: Rolando (baquiano de la zona), Max, Pepe, Memo y el escritor improvisado de aventuras ciclísticas; yo (Alejandro se fue a la playa con su familia, ojala se haya bronceado la parte de su anatomía que le inspirase su ano). Mi amigo Memo, a pesar de sus facultades ciclísticas a la altura de un ride sabadomasoquista, se resistía a unirse a la travesía por la sóla mención del nombre del grupo, aún así fue y le gustó!

Esperabamos Memo y yo a Rolando en la entrada de Empaques Santa Ana, y sorpresa grata fue el encontrar a Pepe ahí.  Al poco rato llegó Rolando y luego Max, quien de manera inexplicable venía en el sentido Santa Ana-Belén, luego nos contó que se le perdió el punto de reunión y llegó casi hasta Forum I, como si nunca hubiese pasado por la zona.

Ya reunidos emprendimos la travesía sabatina por la "Milla de oro" hasta llegar a la entrada de Rancho Macho, donde subimos por Salitral a llegar al cementerio, aquí algunos pensaron en permanecer y enterrarse ante el sufrimiento que se avecinaba.   La subida a Cabañas-Monasterio tiene su truco, cuestas de lastre a ratos suelto y otras un poco más compacto, pero siempre para arriba.  Los pseudo planos son cortos y apenas dan tiempo para recuperar un toque el aliento, razón por la cuál este Homo sappiens pasó jadeando como Canis lupus familiaris en buena parte del trayecto.  

Después anduvimos por un pedazo de asfalto que condujo a la entrada de un desbarrancadero de camino maltrecho, en esta parte había cortas cuestas de difícil ascenso dado su alto grado de dificultad a nivel técnico, aquí sólo Pepe logró subir, los demás nos vimos obligados a llegar hasta donde la destreza lo permitiera y luego a caminar como la vergüenza y la frustración dictaban.  Las cuestas continuaron bordeando la montaña, pasando por sitios desde donde se divisaba prácticamente todo San José, incluído el futuro enclave de China en Costa Rica alias "Estadio Nacional".  Seguimos el ascenso pasando por la mentada "Casa del Peruano", un sitio de apariencia abandonada y tétrica, sólo para llegar a otro lugar de "bonita vista", aquí damos media vuelta para regresar por el mismo trayecto.

Antes de regresar de nuevo al Monasterio, empezamos a subir de nuevo otro pocón para llegar a unas de Las Antenas, sitio donde una familia compartía un animado picnic en un tierrero nada turístico.  En este lugar un grupo de 5 hombres de 30+ años sufrimos una regresión y nos tomamos múltiples fotos posando con la bici, sin la bici, sólos o en grupo como carajillas quinceañeras adictas a los autorretratos.  Posterior a ese lapsus, ibamos camino a los Tugurios, ahí Memo sufre los embates de la gravedad, desplomándose en un plano pseudo inofensivo pero "cayendo con estilo" a lo Buzz Lightyear y sin escoriaciones que lamentar, luego bajamos una pendiente de temible declive para finalizar en Salitrales, "la capital del mundo" según unos residentes locales.  

Continuamos por asfalto hasta llegar a Santa Ana centro y, en las cercanías de una bomba, el infalible radar de Pepe detecta la presencia de un par de curvilíneas féminas con ajustados ropajes, haciendo promoción de algo que ya no recuerdo.  Apostados en la esquina de la bomba bajo el inclemente sol, Pepe les hace el famoso gesto de "venga aquí" con la mano (cosa como si fuera Brad Pitt!), mismo que una de ellas contestó con el mismo gesto, lo que se repitió varias veces hasta que los 5 fuimos de arrastrados hasta las nenas ataviadas con ropas ajustadas, hilos dentales y escotes prominentes.

En este momento aproveché para romper el hielo, quejándome sobre lo rogado que se puso Pepe, ella con voz sensual replicó que sí, qué rogado y sobre todo que ella no quería ponerse al sol y ya se le había cansado la mano de todos los "venga aquí".

Para tener evidencias gráficas de este relato, provocar la ira y envidia de los ausentes (Alejandro especialmente), aprovechamos que Max andaba de reportero gráfico para fotografiarnos con ellas, esto fue un poco incómodo dado que las damicelas tendían a acercarse bastante, a pesar de que cada uno llevaba a cuestas una temida peste-ahuyenta-mujeres derivada del esfuerzo previamente descrito.

Luego de un cálido intercambio de palabras acompañado de nuestras miradas desnudadoras de rayos x, Rolando tuvo la destreza de conseguir los números de cel de ambas con el pretexto de contratarlas para futuros eventos promocionales de su negocio... y ahora contame el de los 3 cochinitos y el lobo!

Después de este encuentro alborota hormonas, continuamos hacia el famoso ciclo de Santa Ana, donde entramos a perturbar la paz de los empleados con miles de preguntas indeseables de clientes que de antemano se sabe que no comprarán ni una tuerca, qué se le iba a hacer, había que pasar a babear un rato por las naves en exhibición.
Partimos a realizar la única parada de abastecimiento, momento en que Memo y yo nos perdimos para eventualmente reencontrarnos con los demás en un abastecedor, estando aquí entre galletas y brevajes seguimos hablando sobre las damicelas, vimos de nuevo las fotos, fantaseamos eroticamente y comentamos con lenguaje censurable sobre sus múltiples atributos.  Después continuamos el camino hacia Belén sin mayores contratiempos.

Ya la historia estaba escrita, llegando a Heredia semi-cansados, pero felices con 40 km en las piernas tras 4 horas de pedaleo intenso, a un ritmo de latidos por minuto no medible con Polar y una constante gradiente de 8-9 grados de inclinación, vieron que dramático!!!  Y hasta la próx aventura ciclística! 

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